miércoles, 28 de febrero de 2007


Bajo las sucias nubes de polvo oscuro
pasea mi cuerpo inerte, el alma se quedó atrás
Empieza el temporal:
lluvia de sangre dulce
rayos de gritos en medio del silencio
relámpagos de bofetadas
granizo de traiciones
El viento arrastra el podrido corazón que habitaba en mi interior
por fin me he deshecho de él.
Huracanes de odio
desprecio por estos versos
arañazos de confusión
lágrimas de batallas perdidas
de abrazos olvidados
y de besos k nunca llegaron.
Mis ojos observan este caos con una extraña quietud,
fingida indiferencia.
El viento, la lluvia y el granizo golpean mi rostro,
obligándome a protegerme
su fuerza vence a mi cuerpo, que cae rendido
yo me lo miro desde arriba
con mi querida impasividad
porque, qué más da? Lo odiaba, que se pudra
dejame volar, dejame no volver a sentir jamás…


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